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¿Cómo usar el irrigador bucal?
Los irrigadores bucales no presentan grandes dificultades a la hora de aprender a usarlos aunque sí es cierto que como todo producto puede que tardes un par de días en cogerle el truco al irrigador. A pesar de la variedad de irrigadores que hay en el mercado, todos se usan de la misma forma salvo mínimos matices que puede haber entre algunas marcas.
Las pautas para su uso son las siguientes:
Paso 1. El agua. Hay que suministrar al irrigador bucal una fuente de agua ya sea llenando el depósito del propio aparato o conectándolo al grifo. Se suele usar agua fría pero en caso de tener sensibilidad bucal mejor usar agua tibia.
Paso 2. Selecciona la boquilla, enciende el irrigador y selecciona el nivel de presión que va a ejercer el chorro de agua que sale del irrigador. Una vez elegido, colocar la boca de la cánula en la boca siempre con el irrigador apagado.
Paso 3. Cerrar la boca para evitar que el agua salga de la cavidad y salpicar todo para posteriormente encender el irrigador. Se recomienda inclinarse un poco hacia el lavabo para ir soltando el agua poco a poco.
El irrigador se debe colocar entre la encía y el diente para que el agua a presión pueda pasar en el espacio que hay entre ambos elementos. Se recomienda que se comience por los dientes posteriores.
Paso 4. Una vez hayas terminado, hay que apagar el aparato, quitar la boquilla y limpiar el irrigador después de cada uso.
En caso de ser la primera vez que se usa el irrigador se recomienda colocar el aparato apuntando al lavabo y seleccionar la máxima presión posible aguantando unos segundos hasta que salga el chorro de agua. Una vez completado este paso, habría que bajar el nivel de presión y ajustarlo al gusto de cada persona. Una vez realizado este proceso ya se puede usar el producto.
Diferencias entre los diferentes tipos de irrigador Waterpik
Hay muchos modelos de irrigadores Waterpik pero se clasifican en tres tipos:
- Irrigador dental con depósito. Este tipo es el que presenta un tamaño más grande ya que, como su propio nombre indica, el producto viene acompañado de un depósito incorporado para llenarlo de agua. Para su uso hay que enchufarlo a la red eléctrica. Este irrigador ofrece más modos de uso y un mayor número de boquillas intercambiables. Es el más usado del mercado.
- Irrigador portátil. El Waterpil portable se trata de un modelo inalámbrico que funciona a través de una batería que se va recargando a medida que la carga se vaya consumiendo. Su tamaño es el más pequeño y es el más recomendable para aquellas personas que viajan mucho o que tienen poco espacio en el lavabo.
- Irrigador dental de grifo. Este tipo es el que se acopla directamente al grifo, no necesita que se enchufe, ni va por batería por lo que una vez se conecta al grifo proyecta la presión del agua que expulsa el propio grifo. Se puede acoplar tanto al de la ducha como al del lavabo. La presión se gradúa con la propia manivela del grifo.
¿Cómo utilizar el irrigador bucal Waterpik con brackets?
El uso del irrigador bucal se recomienda especialmente a todas aquellas personas con ortodoncia ya que este aparato llega a las zonas más complicadas de acceder y elimina de una manera más completa la placa bacteriana.
Al tratarse de un chorro de agua a presión, permite limpiar la parte interior de los alambres además de limpiar también el espacio entre la encía y el diente, sin olvidarse de limpiar tanto la parte delantera como la trasera del diente. Para todos aquellos con brackets hay que destacar que incluso hay boquillas especiales.
Para su uso hay que seleccionar el nivel de presión de la salida del agua más bajo para no crear ninguna molestia en la boca durante los primeros segundos, pasados esos instantes iniciales hay que graduar la presión en función de cada persona.
Hay que recordar que para una buena higiene bucal hay que usar tanto el cepillo de dientes como el irrigador bucal ya que se trata de dos métodos complementarios y no sustitutivos. Una recomendación que dan algunos expertos es la de lavarte los dientes con cepillo y pasta dos veces al día y hacerlo una tercera vez pero con el irrigador.
Usar tu irrigador Waterpik de una forma cómoda y limpia
El irrigador bucal tiene un mecanismo sencillo de utilización pero como todo aparato requiere cogerle el truco, algo que se adquiere a medida que se usa. Así que si durante los primeros días que usas el irrigador bucal llenas todo el lavabo de agua, no te preocupes porque nos pasa a todos los que usamos un irrigador dental.
Puede ser que el aspecto que más cueste a la hora de ajustarlo de primeras sea la presión con la que sale el agua por lo que se recomienda que, para evitar llenar todo de agua, se comience con el nivel más bajo de presión y una vez pasen unos segundos se vaya graduando la presión en función de cada persona, ya que el tener sensibilidad condiciona mucho.
Para evitar el salpicar mucha agua, una vez coloquemos el irrigador en la boca, hay que cerrarla en la mayor medida de lo posible para que el agua no salga disparada. No hay que cerrar la boca del todo, tienes que dejarla un poco abierta para que se pueda ir soltando poco a poco el agua que se va acumulando en el interior de la boca.
Conclusión
El irrigador bucal se recomienda usarlo todos los días pero como ya hemos señalado, se trata de un elemento complementario, no sustitutivo por lo que para tener una buena higiene dental se recomienda usar el irrigador dental después de haberse lavado los dientes. Así que se estima su uso en dos o tres veces al día y en caso de no poder lavarse los dientes previamente se puede utilizar el hilo dental y posteriormente el irrigador Waterpik.
Si aún tienes dudas sobre que irrigador escoger echa un ojo a nuestra revisión de los mejores irrigadores bucales.